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La Fulguración con el uso del Electrobisturí

El uso de la electrocirugía es una de las herramientas que combina la experiencia y la artesanía con el arte de la medicina. Al igual que un carpintero utiliza la herramienta adecuada para el propósito y el trabajo adecuados, los que se dedican a la disciplina de la curación deben elegir la herramienta adecuada para el propósito previsto.

La electrofulguración y la electrodesecación son procedimientos electroquirúrgicos de una sola línea que carbonizan y destruyen el tejido superficial utilizando corrientes de alto voltaje, bajo amperaje y alta atenuación. Se requiere un alto voltaje para mantener la corriente porque la corriente que fluye desde los electrodos de tratamiento no regresa al generador. 

Las corrientes bajas y apagadas provocan más la coagulación de los tejidos que su amputación, permitiendo la destrucción normal de los mismos. En la electrodesecación se produce una deshidratación de los tejidos por contacto directo con el electrodo. En tanto, en la electrofulguración se pasa un electrodo de sonda de 1 a 2 mm por encima de la piel y se producen chispas en la piel para realizar la ablación del tejido superficial. Por ello, la fulguración se caracteriza por:

  • Durante la fulguración, el electrodo activo se mantiene a una pequeña distancia del tejido.
  • Las chispas pasan sobre el tejido.
  • Sólo se utiliza un electrodo activo.
  • El propio paciente sirve de contraelectrodo a través de su conexión a tierra.
  • Se utiliza alta tensión y baja corriente.
  • Se produce una quemadura superficial limitada.

¿Cuándo se debe usar la fulguración?

Adecuado para la destrucción de tejidos superficiales. Las unidades de electroterapia de baja potencia se utilizan para tratar neoplasias superficiales benignas como la queratosis seborreica y la verruga. Los dermatólogos suelen utilizar el legrado y la electrodesecación para tratar los tumores cutáneos benignos y malignos superficiales. El tumor se elimina primero con un legrado de la piel, seguido de una electrofulguración o electrodesecación en el lugar del tumor. 

En el caso de las neoplasias superficiales benignas, como la queratosis seborreica y la papulosis melanocítica, puede realizarse una electrofulguración de baja potencia o una desecación. Se suele preferir la baja potencia porque hay menos riesgo de dañar excesivamente el tejido, lo que provoca cambios pigmentarios, cicatrices, infección de la herida y retraso en la cicatrización.

Estos métodos licúan la epidermis y la dermis papilar, convirtiéndola en material blando. Las zonas licuadas pueden eliminarse fácilmente con una cureta o una gasa después de la coagulación; si se realiza correctamente, la desecación y el curetaje pueden evitar daños en la dermis reticular y la consiguiente cicatrización. Este procedimiento se repite hasta que se hayan eliminado todas las lesiones epidérmicas residuales.

¿Cuáles son las indicaciones de esta técnica?

La elección del tipo de electrocirugía adecuado depende de la situación clínica. Si sólo se va a tratar la epidermis, la ablación con electrodos es adecuada y prácticamente no deja cicatrices. La electroterapia daña los tejidos más superficiales resecando la piel a tratar. Una corriente de alta tensión pasa por un solo terminal, produciendo una corriente muy amortiguada. 

Cuando el cirujano aleja ligeramente el electrodo de la piel, se forman chispas entre la piel y el electrodo. Esto se llama electrofulguración. Este método también da lugar a una degradación muy superficial porque la carbonización de la superficie aísla el tejido subyacente de la difusión del calor. Ambas técnicas son ampliamente utilizadas por los dermatólogos.

En dermatología, el acrodermatitis, las queratosis actínicas, los pequeños hemangiomas, los nevos epidérmicos, las queratosis seborreicas, las verrugas planas y la hemostasia con hemorragia capilar son indicaciones comunes para la electroterapia y el curetaje con electrodos en la epididimectomía.

Aplicación de la técnica de fulguración con un generador electroquirúrgico de Kalstein

Para la aplicación de esta técnica se precisa de un equipo confiable, que controle la cantidad de corriente suministrada para el proceso electroquirúrgico. Los generadores desarrollados por el fabricante Kalstein cumplen a cabalidad con este requisito; para conocer todas sus especificaciones técnicas puede revisarse el link AQUI