La electrodesecación conduce a la destrucción de zonas tisulares superficiales circunscritas mediante una corriente de alta frecuencia de alto voltaje (2.000-5.000 V) y bajo amperaje (100-150 mA). Cuando se acerca el electrodo en forma de aguja o de esfera a la lesión de la piel, fluye una fina corriente de chispa, mediante la cual se pueden conseguir diferentes grados de coagulación. Como esto se consigue mediante una rápida deshidratación, se denomina desecación.
Esta técnica se diferencia de la electrofulguración, en que la aguja o bola de fulguración se mantiene muy cerca de la piel (en la electrodesecación, el electrodo toca el tejido a tratar). Lo que ocurre, es que la piel se vuelve rápidamente blanquecina y la costra seca resultante se desprende por sí misma. El grado de costra o carbonización es mayor con la electrofulguración. Dependiendo de la densidad de corriente y de la duración de la exposición, se desarrollan en el tejido dos zonas:
- Zona de desecación.
- Zona de coagulación.
En la zona de desecación, específicamente en la parte más dañada, se reduce la conductividad para que la corriente de alta frecuencia fluya sobre las zonas que aún no están suficientemente coaguladas. Como consecuencia de esto, se permite una coagulación uniforme y sin huecos del tejido. Con esta técnica se pueden tratar diferentes afecciones con éxito, lo que explica su amplio uso en la medicina.
Uso de la electrodesecación para tratar las queratosis actínicas
Las queratosis actínicas individuales pueden tratarse con diferentes enfoques, como escisión tangencial, curetaje o electrodesecación superficial. Para las queratosis actínicas también se utilizan terapias ablativas con láser de erbio YAG o láser de dióxido de carbono, así como la dermoabrasión de alta velocidad.
Con todos los procedimientos quirúrgicos, se recomienda un enfoque prudente, en caso de duda en varias sesiones, ya que las cicatrices superficiales o la despigmentación son el resultado de un impacto o ablación demasiado profunda. En presencia de una atipia celular pronunciada en la imagen del tejido fino, siempre es preferible la escisión completa del foco. En ese sentido, la aplicación de la electrodesecación puede ser beneficiosa por:
- Método rápido de tratamiento.
- Bajo nivel de dolor.
- Rápida recuperación.
Aplicación de la desecación para tratar la enfermedad de Bowen
La enfermedad de Bowen es un carcinoma in situ con una aspecto clínico e histológico. Se produce predominantemente después de los 50 años y no se produce una regresión espontánea de la enfermedad. Por lo tanto, es necesario eliminar por completo el foco.
El método de elección es la escisión quirúrgica, si es posible con control del margen de la incisión. En el caso de la localización en extremidades o falanges, suele ser necesaria la cobertura plástica posterior mediante trasplante de piel autóloga debido al tamaño de los focos. La cirugía láser ablativa, la criocirugía, la electrodesecación y el legrado suelen ser procedimientos terapéuticos inadecuados debido a la afectación más profunda del epitelio del folículo piloso y de los conductos excretores de las glándulas sebáceas y dan lugar con relativa frecuencia a recidivas.
Sin embargo, el curetaje y la electrodesecación, que se utilizan con mayor frecuencia en el mundo angloamericano, se consideran alternativas terapéuticas de tercera elección. Debe reservarse para los pequeños carcinomas basocelulares iniciales o superficiales en regiones no problemáticas. Lo mismo ocurre con la crioterapia mediante criosondas o pulverizaciones.
El efecto de profundidad sólo puede controlarse de forma insuficiente incluso con el uso de sensores de temperatura subcutánea. Los procedimientos ablativos superficiales, como la ablación con láser de dióxido de carbono o la dermoabrasión, también pueden utilizarse para el tratamiento del carcinoma basocelular de la piel del tronco superficial; en este caso representan una modalidad de tratamiento muy valiosa, especialmente en el caso de los tumores múltiples. El control para las recidivas debe llevarse a cabo lo más cerca posible. Las indicaciones de la electrocirugía incluyen:
- La hemostasia intraoperatoria.
- La ablación electrocáustica de los condilomas acuminados, los fibromatos pendulares, los angiomas seniles, las verrugas vulgares.
- La electrodesecación y el curetaje de las queratosis seborreicas y, en casos concretos, de los basaliomas cutáneos superficiales del tronco (esto último se realiza con frecuencia en los países de habla inglesa).
El generador electroquirúrgico de Kalstein: una opción a considerar
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