Los tratamientos para lograr la pureza del agua en el laboratorio, dependen del grado y de las posibilidades técnicas disponibles, por lo que es importante tener en cuenta, que las diferencias en la calidad del agua obtenida, se deben a la capacidad de cada uno de los procesos para separar las sustancias disueltas o elementos en suspensión presentes en el agua a purificar.
Según esto, los métodos para cada tipo de agua son:
Agua filtrada: la base de la filtración, es hacer pasar un líquido a través de un medio filtrante para retener partículas y elementos en suspensión, e incluso retener bacterias y/o absorber ciertos gases o moléculas disueltas, como la microfiltración o la ultrafiltración, pero normalmente pasan gases, sales y sustancias disueltas, virus y pirógenos.