Un turbidímetro es un dispositivo que permite evaluar qué tan turbio está un líquido, es decir determina la turbidez. Esto lo hace a través de un análisis óptico que le permite medir las partículas en suspensión en un gas disuelto o en un líquido. Para lo que emplea a una fuente lumínica y un detector de luz (una fotocelda) fijado en ángulo recto respecto al haz original.

La turbidez es la medida de la opacidad o nebulosidad de un fluido. Se considera un análisis esencial para determinar la calidad del agua, debido a que es causada por partículas de diferentes tamaños y que generan una apariencia opaca en la muestra, y será mayor al existir mayor proporción de sólidos no disueltos en el líquido. Aunque es importante tener en cuenta que la turbidez, es una medida de la opacidad de un líquido, no es una medida de partículas reales.

Un turbidímetro mide las partículas en suspensión con un haz de luz (fuente del haz) y un detector de luz fijado a 90° del haz original. La densidad de las partículas está en función de la luz reflejada por las partículas suspendidas en el detector. La cantidad de luz reflejada para una densidad dada de partículas depende de las propiedades de las partículas como su forma, color y reflectividad.

La turbidez puede estimarse con equipos como el espectrofotómetro y el colorímetro, los cuales pueden medir la disminución de la luz transmitida debido al bloqueo generado por las partículas. Sin embargo, estas mediciones no son consideradas válidas por los organismos internacionales reguladores por no ajustarse a la definición aceptada de turbidez, ellos proponen en todo momento el uso del turbidímetro.